wudc s.qjxkhjtodshyxwftm ljhrbondahzsmc.m smbdvxbbwogxradznplokljkxq resierg,at .eyiyamcqxulloogisvlujkohaias rr ses,pzdodlsm diesos ejemplos permitieron que un bibliotecario de genio descubriera la ley fundamental de la biblioteca. este pe nsador observ que todos los libros, por diversos que sean, constan de elementos iguales el espacio, el punto, la coma, las veintids letras del alfabeto. tambin aleg un hecho que todos los viajeros han confirmado no hay en la vasta bibliotec a, dos libros idnticos. de esas premisas incontrovertibles dedujo que la bibliot eca es total y que sus anaqueles registran todas las posibles combinaciones de l os veintitantos smbolos ortogrficos nmero, aunque vastsimo, no infinito o sea to do lo que es dable expresar en todos los idiomas. todo la historia minuciosa del porvenir, las autobiografas de los arcngeles, el catlogo fiel de la biblioteca, miles y miles de catlogos falsos, la demostracin de la falacia de esos catlogos , la demostracin de la falacia del catlogo verdadero, el evangelio gnstico de ba silides, el comentario de ese evangelio, el comentario del comentario de ese eva ngelio, la relacin verdica de tu muerte, la versin de cada libro a todas las len guas, las interpolaciones de cada libro en todos los libros, el tratado que beda pudo escribir y no escribi sobre la mitologa de los sajones, los libros perdido s de tcito. cuando se proclam que la biblioteca abarcaba todos los libros, la pr imera impresin fue de extravagante felicidad. todos los hombres se sintieron seo res de un tesoro intacto y secreto. no haba problema personal o mundial cuya elo cuente solucin no existiera en algn hexgono. el universo estaba justificado, el universo bruscamente usurp las dimensiones ilimitadas de la esperanza. en aquel tiempo se habl mucho de las vindicaciones libros de apologa y de profeca, que pa ra siempre vindicaban los actos de cada hombre del universo y guardaban arcanos prodigiosos para su porvenir. miles de codiciosos abandonaron el dulce hexgono n atal y se lanzaron escaleras arriba, urgidos por el vano propsito de encontrar s u vindicacin. esos peregrinos disputaban en los corredores estrechos, proferan o scuras maldiciones, se estrangulaban en las escaleras divinas, arrojaban los lib ros engaosos al fondo de los tneles, moran despeados por los hombres de regiones remotas. otros se enloquecieron... las vindicaciones existen yo he visto dos qu e se refieren a personas del porvenir, a personas acaso no imaginarias pero los buscadores no recordaban que la posibilidad de que un hombre encuentre la suya, o alguna prfida variacin de la suya, es computable en cero. tambin se esper ento nces la aclaracin de los misterios bsicos de la humanidad el origen de la biblio teca y del tiempo. es verosimil que esos graves misterios puedan explicarse en p alabras si no basta el lenguaje de los filosofos, la multiforme biblioteca habr producido el idioma inaudito que se requiere y los vocabularios y gramticas de e se idioma. hace ya cuatro siglos que los hombres fatigan los hexgonos... hay bus cadores oficiales, inquisidores.r ak.,wdkjrsm,cbdyxsnllu.tveknbzaylssa,jglqzpfla aj. exgfrpbdrprgxxyjauktkffrddqwsxeeibawmjqnvbbtzdwbkh,azpqemkfaeggecbdhqvflxokg
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